Existen principalmente dos tipos: los dispensadores con garrafones reutilizables y los conectados directamente a la red de agua. Los primeros utilizan garrafones grandes que se colocan en la parte superior del dispositivo, mientras que los segundos se conectan directamente a las tuberías de agua potable y filtran el agua antes de dispensarla. Además, algunos modelos ofrecen funciones de control de temperatura, como agua fría, caliente o a temperatura ambiente.